En 1970, Frank Landrey regresó de Europa con unos dulces italianos que había recibido como regalo. Les regaló la caja de dulces a sus hijos. Pronto, todos los niños del vecindario lo molestaban para que pidiera más de “ese divertido caramelo gaseoso”. En ese momento, Frank tenía la costumbre de decir: “No me vengas con el Zotz” si pensaba que alguien le estaba tomando el pelo. Con dos ZZ en FIZZ y dos ZZ en ZOTZ, el nombre se mantuvo y el primer pedido de dulces ZOTZ se envió en julio de 1970.

Ahora, casi cincuenta años después, ZOTZ sigue siendo fuerte y todavía se fabrica en la misma pequeña fábrica familiar en Italia.